jueves, 1 de septiembre de 2011

Algo más que un eslogan


Algunas palabras clave
para nuestro porvenir



E
n la puntada anterior quise recoger, de uno de nuestros escritos patrios[1], algunas referencias para proponer un modesto contrapeso a una de esas estériles discusiones a las que, con efervescencia de Alka-Seltzer, nos hemos ido acostumbrando durante los últimos años. Que si patria, que si socialismo, que si muerte, que si ahora no es la muerte sino la vivienda, que si no se qué Dios, que si la brujería… todo para que, al final, después de muchas vueltas, una vez quieta el agua del vaso, sin burbujitas, nos olvidemos del asunto y, a lo mejor, ni nos bebamos el remedio. Pasamos la página, pasamos a otro capítulo, pero con la mismísima rutina de malestar estomacal para la que recurrimos al antiguo y efectivo remedio con que nos curábamos cuando éramos muchachos el ratón de una parranda sabatina o cualquiera pesadez que no fuera superable por sí sola.
Resulta que en estos días, después que comenzó a parecer “ido”, perdido o esfumado el faraón-tirano libio, recogí de un artículo escrito por un señor llamado Larbi Sadiki, intitulado “Libya: freedom is in the air”, y publicado en Aljazeera.net[2] una idea que me parece oportuna y motivo pertinente de reflexión para los meses que se nos avecinan en nuestra amada Venezuela.
Y arranca la idea, en el fondo, con la misma propuesta de CONCORDIA que adelanté en mi puntada pasada, sólo que el señor Sadiki, en su contexto propio, la extiende, amplía y desmenuza con la finalidad de adelantar lo que luce una especie de Cartilla de Actitudes a poner en práctica con la finalidad de iniciar un proceso de paz y de convivencia en un exageradamente rico país petrolero, ubicado al norte de la Europa del Sur, –qué digo–, al Norte del África, y que, repentinamente, después de más de cuarenta años de acostumbrado mal vivir, acaba de cundir en un proceso de violencia civil que pocos cientistas sociales podrán explicarnos con moderada perfección.
En esa por mí llamada “Cartilla de Actitudes” necesarias según Sadiki para la reconducción del país, resaltan las siguientes pautas, que traduzco directamente del inglés con el riesgo del caso:
·       Reconciliación,
·       Generosidad de espíritu,
·       Solidaridad,
·       Asociación, y
·       Sinergia.
Yo creo que, para nosotros, después de casi tres lustros inmersos en un proceso progresivo de confrontaciones donde nos suponemos unos buenos y otros malos, donde las palabras predominantes en las arengas del alto gobierno parecieran extraídas de una especie de Manual de Guerra, donde no sabemos a ciencia cierta qué se ha construido pero sí padecemos, con toda certeza, de muchos males que seguramente habíamos superado desde hacía tiempo, se da por descontada la necesidad de aplicación de una cartilla similar. De lo contrario, dudo mucho que podamos cifrar esperanzas para nuestros nietos ya endeudados antes de nacer, para nosotros pre-abuelos con ganas de ayudar a criarlos en santa paz, y, en fin, las esperanzas para conseguir la Venezuela que seguramente muchos o casi cada venezolano ha siempre soñado pero que no hemos sido capaces de gerenciar.
Así que, resultaría muy largo un eslogan que dijera:
Patria, Reconciliación, Generosidad de espíritu, Solidaridad, Asociación y Sinergia, tan largo que casi no cabe en una sola línea de esta cuartilla. Así que voy a insistir en proponer el que ya antes asomé:
“PATRIA Y CONCORDIA”
Y allí lo vuelvo a dejar, pero sin despreciar las sugerencias del artículo de Aljazeera, las cuales, me parecen valiosísimas a la hora de darle estructura y forma a un discurso, a una comunicación y a un plan de actuación orgánico, sistémico, y fundado en un clamor que estoy seguro compartimos todos los venezolanos sin distingos de ningún tipo: vivir en paz, con trabajo, y sin miedo a morir asesinados.


[1] Me refiero a los pasajes de la obra de nuestro Mario Briceño-Iragorry
[2] http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/08/